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Los dolores musculares pueden tener distintos orígenes, entre los más comunes se pueden mencionar el estrés, caídas, un mal movimiento, ejercicios, tensión muscular y hasta la gripe, entre otros. Muchas veces este dolor que puede comenzar de alguna manera leve es capaz hasta de incapacitar a la persona que lo sufre, afectando así su calidad de vida.
Aliviar el dolor es supremamente necesario y gracias a la naturaleza se puede hacer sin recurrir a tratamientos médicos.
Así se puede aliviar el dolor muscular usando remedios caseros
A continuación, se describen algunas opciones naturales para aliviar los dolores musculares, sin embargo; se debe acudir al médico para determinar cuál es la causa del dolor y así evitar daños mayores.
En principio es necesario relajar los músculos y para esto el agua caliente es lo más recomendado. Utilizar la bolsa de agua caliente, colocarse compresas o tomar una ducha es lo mejor para desinflamar y aliviar tensiones. El agua debe estar lo más caliente que se pueda, siempre y cuando se pueda soportar. También las compresas de vinagre de manzana, son una muy buena opción.
En contraste con el agua caliente, el hielo también ayuda a calmar el dolor muscular.
Hay oportunidades donde el dolor se hace más fuerte y puede ser por la falta de potasio. Nada mejor que tomar una infusión de plátano para desinflamar y por ende disminuir el dolor.
Si el dolor es consecuencia del estrés, nada mejor que una infusión de valeriana. Esta además de ayudar a cambiar el dolor, es muy efectiva para relajar el cuerpo y bajar la tensión mental. Por su efecto sedante, es recomendable tomarla solo en las noches.
Otra opción, es la de realizar suaves masajes con aceites esenciales.
Los movimientos también ayudan a calmar los dolores musculares
Cuando se hace ejercicio, los estiramientos son necesarios antes y después de realizarlos. De esta manera se evitan posibles lesiones y se previenen los intensos dolores musculares.
Cuando los músculos están adoloridos, necesitan de proteín as, carbohidratos y grasas para recuperarse. Se recomienda beber mucha agua para evitar la deshidratación y por ende evitar los dolores y los calambres.
Si el dolor es causado por alguna rutina de ejercicios, se recomienda seguir con la misma pero con mucho menos intensidad, de esta manera se ayuda a los músculos a estirarse.
Caminar y hacer ejercicios ligeros también contribuyen a disminuir el dolor muscular.
Si el dolor es muy intenso y se desea acelerar la recuperación, se recomienda la terapia de calor y frío. Esto es alternar las compresas que se coloquen en el musculo adolorido, entre agua caliente y hielo.