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El cuerpo tiene distintas maneras de evidenciar su malestar. Unas son más visibles que otras como es el caso de las ganas de vomitar o náuseas, las cuales son unas de las más características. A veces es inevitable devolver los contenidos del estómago porque no hay tiempo, pero si se tiene la información se puede actuar rápido y evitarlas.
Es preciso evaluar qué las genera, pues cada organismo funciona de manera diferente y el tuyo puede reaccionar a cosas que a otro no hacen efecto. Por ejemplo, alergias, intoxicaciones, dolor de estómago, nervios, miedo o malestares generales. Estas causas pueden no solo producir vómitos, sino también otros síntomas que pueden ayudar a saber si de un momento a otro vendrán las náuseas.
En otros casos, son reacciones típicas de ciertas situaciones como el embarazo y la embriaguez, que son más difíciles de parar, pero igual se pueden controlar. En ese sentido, es necesario manejar técnicas que abran las vías respiratorias y permitan calmar a la persona para que se pueda proceder con ella. Justo como se practica en los primeros auxilios, una herramienta que no es indispensable para combatir la expulsión de comida, pero que puede resultar útil.
Náuseas por dolores de estómago
Sufrir algún malestar en el estómago, es uno de los malestares más recurrentes. Puede ser provocado por un alimento en mal estado, una comida muy pesada o comer algo a lo que no se está acostumbrado. Pero en general, sus manifestaciones son las mismas, van desde diarrea hasta reproducción de bacterias o virus. En la mayoría de las situaciones, se trata de que se comió en un lugar fuera del hogar y la comida no cayó bien. Lo cual puede conocerse a las pocas horas o al día siguiente. En consecuencia, se sugiere ingerir comida preparada en casa.
Ante esto, es importante mantenerse bien hidratado porque el organismo consumirá mucha agua tratando de eliminar al invasor. En forma de una presión fuerte en la boca del estómago, ganas repetitivas de ir al baño o en náuseas, solo un proceso para volver al equilibrio. La labor natural se potencia cuando se toman medicamentos para el reflujo y para mitigar el dolor estomacal.
En primer lugar, colocarse boca abajo alivia la presión y coadyuva a liberar los gases. También evita las nauseas porque no hay sensación de mareo, ya que se está acostado. De esta forma, igualmente, se le indica al cuerpo que puede evacuar por gases o por sólidos, pero no por líquidos. Es esto lo que la presión suave y el estar en posición horizontal generan.
Si el malestar prosigue, ingerir alimentos como sopas y otros tipos ricos en vitaminas, aumenta las defensas y combate mejor a las bacterias. Pero es importante cuidar las porciones para no quedar muy lleno y aumentar la indisposición. Lo mejor es comer de a poco alimentos variados para que el cuerpo los asimile más fácil. Asimismo, líquidos como tés y juegos incrementan la sensación de alivio.
Ganas de vomitar por alergias e intoxicaciones
El método más infalible para no contraer una reacción alérgica es no teniendo contacto con la fuente que la causa; eso debería bastar. No obstante, hay muchas veces en que no se sabe qué origina la intoxicación y solo se conoce cuando se evidencian los síntomas. En esos casos, siempre va a haber un aviso previo: enrojecimiento de varias zonas del cuerpo, sensación de hinchazón, comezón y malestar general. Luego, pueden venir las ganas de vomitar para eliminar el agente externo causante de la alergia, lo cual es una respuesta normal del sistema inmunológico.
Ante esto, debe procederse a tomar un antialérgico lo más rápido que se pueda para empezar a mitigar los efectos. Hay que tener en consideración no beber demasiada agua para no provocar que el estómago se llene y desembuche más rápido. Inmediatamente, visitar al médico para neutralizar la intoxicación. Si el viaje es en vehículo, no se deben cerrar los ojos porque aumenta el nivel de mareo, lo que puede generar las náuseas. Igualmente, se recomienda mantener la cabeza ligeramente hacia arriba y no bajarla para no inducir el vómito.
En este punto, el control de las respiraciones es clave para calmar el ritmo cardíaco y la sensación de incertidumbre del afectado. Al llegar al centro de salud y ser atendido, si persiste la sensación puedes solicitar al personal médico alguna pastilla para recuperarte. Aunque el suero ayudara a que disminuya o se anule la intoxicación.
Náuseas por nervios
Cuando se está en una situación de presión, el cuerpo expresa variados síntomas. Ya sean ligeros temblores, tics nerviosos, manos frías o sudorosas o dolores en la cabeza, las manifestaciones ante la incomodidad afectan a cada quien de manera diferente. Muchas veces, incluso, se presentan los vómitos y previos a estos la sensación de que vienen en camino. Por ello, los ejercicios de respiración funcionan, pues se trata solo de una respuesta psicológica que segrega adrenalina y si te calmas puedes detener las ganas.
Al inspirar, retener el aire por varios segundos y luego, exhalar, permites que se oxigene tu sistema circulatorio y tu cerebro. Es como darle un respiro a tu malestar. Repite esto en intervalos cortos de tiempo, como de 5 segundos, hasta que logres hacerlo cada vez más pausadamente. Igualmente, contar hasta 10 te ayudará a serenarte porque mientras te involucras en un razonamiento lógico concentras tu atención en eso y no en tus pensamientos. Al terminar la cuenta, inicia de nuevo desde el primer número hasta el último y así sucesivamente, cada vez más lentamente para conseguir relajarte.
Lo clave en esos momentos es tratar de buscar algún método que te serene para que te sientas más tranquilo y las náuseas se mitiguen. De esa manera, también podrás realizar la actividad que querías con más quietud.
Vómitos por miedo
Sentir incertidumbre o terror por un estímulo que causa intranquilidad son algunas de las emociones más fuertes y primarias. Asimismo, son irracionales por lo que la idea es encontrar un punto de equilibrio que permita pensar razonadamente para revertir la situación. En estos casos, contar hasta 10 y hacer ejercicios de respiración ayuda mucho. Pero si cuesta poner la atención en esto, hay acciones más instintivas que no requieren mayor complejidad.
Subir los brazos calma las ganas de vomitar rápidamente porque el movimiento permite que las vías respiratorias se abran más. Así, entra más oxígeno al cuerpo y el cerebro puede procesar mejor la información. Además, reduce la impresión de asfixia generada por las exhalaciones continuas que no llenan bien de aire los pulmones. Hacer esto por, al menos, un minuto a la par de ralentizar las respiraciones resulta altamente efectivo. Otra recomendación es mantener la cabeza en alto, ya que al bajarla se estimula la sensación de que es necesario devolver los contenidos estomacales.
Regurgitación por dolores de vientre
Una menstruación puede venir acompañada de afectaciones como bajada de tensión, aflicciones fuertes en la parte baja del estómago, vómitos y malestar en todo el cuerpo. En algunas ocasiones, las mujeres son más propensas a tener dolores relativos a la ovulación, pero con pastillas específicas se controla esto.
No obstante, cuando la molestia es continua y no desparece, colocarse en una posición fetal resulta de gran ayuda. Los músculos del vientre se contraen en una posición cómoda que alivia las tensiones y hace sentir mejor. Esta postura es la que se adopta al estar en el vientre materno y como la memoria recuerda eso, entra en un estado de conforte.
También puede funcionar cambiar el emplazamiento y ubicarse boca abajo. La ligera presión del estómago por la superficie recta hace que el flujo sanguíneo se normalice y el dolor amaine. Lo que hay que tener en cuenta es evitar levantarse abruptamente del sitio en el que se está para no inducir mareos que pueden provocar desembuches. Tampoco es recomendable agacharse o bajar la cabeza porque sucederá lo mismo.
Si se presenta la circunstancia en la calle de aparición del dolor de vientre, este puede ser seguido de una baja en la tensión. Es identificable si se evidencia sudor frío, escalofríos, piel pálida y náuseas. Ante esto, es necesario buscar un sitio en el que acostarse o sentarse para recuperar la sensación de estabilidad para evitar desmayos. Seguidamente, ingerir algún dulce para subir los niveles de azúcar y agua para hidratar. De ser posible, tomar una pastilla para dolores de vientre y permanecer en el sitio hasta que el color se recupere. Un sitio con entrada de aire es ideal para que el alivio sea más rápido. Asimismo, se sugiere no bajar la cabeza ni levantarse inmediatamente para no vomitar.